FACTORES DE RIESGO
Los principales factores de riesgo para la enfermedad de Chagas están determinados por la exposición al vector, las condiciones socioambientales y ciertas circunstancias epidemiológicas.

El riesgo más relevante es residir o haber residido en áreas endémicas de América Latina, especialmente en zonas rurales o periurbanas donde las viviendas presentan materiales precarios (adobe, madera, paja) y fisuras que facilitan la colonización por triatominos, el insecto vector de Trypanosoma cruzi. La presencia del vector dentro del domicilio y el antecedente de contacto con el insecto son factores de riesgo directos y robustos.
Otros factores epidemiológicos incluyen la edad adulta, especialmente mayor de 20 años, y el sexo masculino, que se asocian con mayor prevalencia y riesgo de progresión a cardiomiopatía chagásica. El bajo nivel educativo, condiciones socioeconómicas desfavorables, y antecedentes familiares de enfermedad de Chagas también incrementan el riesgo de infección y transmisión vertical.
Existen vías de transmisión no vectorial relevantes: la transmisión congénita (de madre infectada a hijo), la transfusión de sangre o trasplante de órganos de donantes infectados, y la ingestión de alimentos contaminados con T. cruzi, especialmente en regiones amazónicas. En países no endémicos, el principal grupo de riesgo lo constituyen los migrantes latinoamericanos, sobre todo aquellos provenientes de Bolivia, Argentina, Brasil, México y Colombia, que han estado expuestos en sus países de origen.
Factores ambientales adicionales incluyen la convivencia con animales domésticos o silvestres que pueden actuar como reservorios, la proximidad a corrales o gallineros, y el consumo de carne de animales silvestres (bushmeat) en regiones amazónicas. El antecedente de haber recibido transfusiones sanguíneas antes de la implementación de pruebas de tamizaje universal también representa un riesgo.

BIBLIOGRAFÍA